Fragmento de Memorias del Fuego, Eduardo Galeano.
Ser como ellos y otros artículos, Eduardo Galeano
Colón... Cae de rodillas, llora, besa el suelo.
Avanza, tambaleándose porque lleva más de un mes durmiendo poco o nada, y a golpes de espada derriba unos ramajes.
Después, alza el estandarte. Hincado, ojos al cielo, pronuncia tres veces los nombres de Isabel y Fernando. A su lado, el escribano Rodrigo de Escobedo, hombre de letra lenta, levanta el acta.
Todo pertenece, desde hoy, a esos reyes lejanos: el mar de corales, las arenas, las rocas verdísimas de musgo, los bosques, los papagayos y estos hombres de piel de laurel que no conocen todavía la ropa, la culpa ni el dinero y que contemplan, aturdidos, la escena.
Luis de Torres traduce al hebreo las preguntas de Cristóbal Colón:
—¿Conocéis vosotros el Reino del Gran Kahn? ¿De dónde viene el oro que lleváis colgado de las narices y las orejas?
Los hombres desnudos lo miran, boquiabiertos, y el intérprete prueba suerte con el idioma caldeo, que algo conoce:
—¿Oro? ¿Templos? ¿Palacios? ¿Rey de reyes? ¿Oro?
Y luego intenta la lengua arábiga, lo poco que sabe:
—¿Japón? ¿China? ¿Oro?
El intérprete se disculpa ante Colón en la lengua de Castilla.
Colón maldice en genovés, y arroja al suelo sus cartas credenciales, escritas en latín y dirigidas al Gran Kahn.
Los hombres desnudos asisten a la cólera del forastero de pelo rojo y piel cruda, que viste capa de terciopelo y ropas de mucho lucimiento.
Pronto se correrá la voz por las islas:—¡Vengan a ver a los hombres que llegaron del cielo! ¡Tráiganles de comer y de beber!Ser como ellos y otros artículos, Eduardo Galeano
El Descubrimiento: el 12 de octubre de 1492, América descubrió el capitalismo.
Cristóbal Colón, financiado por los reyes de España y los banqueros de Génova, trajo la novedad a las islas del mar Caribe.
En su diario del Descubrimiento, el almirante escribió 139 veces la palabra oro y 51 veces la palabra Dios o Nuestro Señor.
Él no podía cansar los ojos de ver tanta lindeza en aquellas playas, y el 27 de noviembre profetizó: Tendrá toda la cristiandad negocio en ellas. Y en eso no se equivocó.
Colón creyó que Haití era Japón y que Cuba era China, y creyó que los habitantes de China y Japón eran indios de la India; pero en eso no se equivocó.
Al cabo de cinco siglos de negocio de toda la cristiandad, ha sido aniquilada una tercera parte de las selvas americanas, está yerma mucha tierra que fue fértil y más de la mitad de la población come salteado.
Los indios, víctimas del más gigantesco despojo de la historia universal, siguen sufriendo la usurpación de los últimos restos de sus tierras, y siguen condenados a la negación de su identidad diferente.
Se les sigue prohibiendo vivir a su modo y manera, se les sigue negando el derecho de ser.
Al principio, el saqueo y el otrocidio fueron ejecutados en nombre del Dios de los cielos.
Ahora se cumplen en nombre del dios del Progreso.
Sin embargo, en esa identidad prohibida y despreciada fulguran todavía algunas claves de otra América posible.
América, ciega de racismo, no las ve.
4 comentarios :
Resulta increíble, que a estas alturas, sigan sucediendo estos actos de injusticia hacia personas exactamente iguales a nosotros, o mejor dicho, no iguales. Mejores! Ya que no están contaminados de materialismo, envidia, consumismo y todas las miserias que nosotros, los seres civilizados poseemos.
Todavía se los degrada, y se los juzga, sin valorar su cultura y negándoles sus legítimos derechos. Excelente entrada! Un abrazo
Eduardo Galeano, otro intelectualoide que vive de la habladera de paja, otro que piensa como cubano y vive también en una mansión: Uno al leer al Señor Galeano se sorprende, por que no sabe si lo que escribe se lo cree realmente o solo lo dice para ganar dinero y notoriedad. Si fuese lo segundo sería comprensible y no dejaría de ser un charlatán más. Ahora si lo que escribe es por que realmente lo cree y está realmente convencido, sería motivo más que suficiente para sentir asco y rechazo hacia su persona.
No hay explicación para que una persona que en la época más lúgubre y triste del Uruguay, se exilie en el país que más ha criticado y denigrado su Historia. El señor Galeano desconoce un dicho que dice que “es de bien nacidos, el ser agradecidos”. No voy a valorar la valentía del señor Galeano, no le deseo a nadie las circunstancias que probablemente ha tenido que pasar, pero debería tener más respeto y agradecimiento a un país, como España, que le cobijó y le protegió.
Pero personalmente pienso que una persona que tanto reinvidica y pretende reescribir la Historia injusta de la conquista y la época colonial, debería haber luchado en el propio terreno por la Historia de su propio país durante la dictadura militar, aún con riesgo de pasar parte de su vida en la cárcel o con riesgo de su propia vida como hicieron otros.
Pero suele ocurrir, que los cobardes son los primeros en sacar el pecho para las medallas y ser adalides de la democracia...
cuanto odio y desprecio en tu comentario yanka, mas allá de quien haya sido Galeano, creo que ni el ni nadie de este lado del mundo le debe nada a España, muy por el contrario, España ha estado alimentándose de latinoamerica desde tiempos remotos, y ahora, en pleno 2015, señala con asco a los trabajadores que cruzan el mar tratándolos de "sudacas", cuando los mas fastuosos castillos de Madrid estan hechos con la sangre de miles de indios, lee un poco mas antes de hablar boludeces.
Porque es más fácil criticar a un grande que crecer...
"¡Sé de un reptil que persigue
la sombra rauda y aérea
que un ave del paraíso
proyecta sobre la tierra
desde el azul en que flota,
--iris vivo de orlas negras!
¡Conozco un voraz gusano
que, perdido en una ciénaga,
acecha una mariposa
que, flor matizada y suelta,
ostenta en un aire de oro
dos pétalos que aletean!
¡Odio que la oscura escama
profesa a la pluma espléndida!
¡Inmundo rencor de oruga!
¡Eterna y mezquina guerra
de todo lo que se arrastra
contra todo lo que vuela!"
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